Día 4
Le
he llamado.
Menos
mal que era él y no otra persona, porque me moriría de vergüenza. Ya sabreís la
típica broma de dar un número de una pizzería o algo así para dejarte en
ridículo.
No
se describir exactamente como me siento ahora, no tengo palabras para
explicarlo. Tampoco es que haya sido para tanto, calculando aproximadamente,
hemos hablado unos 10 minutos mas o menos. Le he preguntado el motivo por el
cual él me ha dado su número, pero solo se ha reído como para evitar mi
pregunta. Me tiene muy intrigada toda esta situación, no puedo parar de pensar
en lo que ha pasado, es todo muy extraño. Me pasé pensando casi toda la tarde,
nuestra conversación no es que haya sido gran cosa, solamente nos saludamos y
nos preguntamos cómo estábamos, también para guardar nuestros números en el
móvil. También me dió su e-mail para hablar por el ordenador, ¿a caso vamos a
hablar? y si fuese así, ¿de qué vamos a hablar? Nos acabamos de conocer, ¿qué
se supone que pretende? Está perdiendo el tiempo conmigo, no soy como las demás
chicas, que ceden tan fácilmente. Soy todo lo contrario a las chicas de mi
instituto, que no espere demasiado de mí. Tampoco es que él me atraiga, es feo,
bueno no, en verdad no es guapo, muy guapo, pero no me gusta, bueno no
demasiado, no se yo… mmm, que se yo, estoy confundida. ¡¿Qué demonios te pasa
Leah?!
Después
de todo lo sucedido anteriormente, fuí al día siguiente al instituto. Mientras
conducía me comí la cabeza con todo lo del fin de semana, solo me preguntaba,
¿qué pasaría hoy? ¿Y si no me habla ni me mira? ¿Si pasa de mi? Todavía no
entendía mi reacción, ¿por qué me hacía todas esas preguntas a mi misma? Jamás
me había importado que la gente pasara de mi y menos que un chico lo hiciese,
estaba acostumbrada. Todo esto es una estupidez, me dije.
Llegué
a mi aparcamiento habitual y me di cuenta de que el coche de Jorge estaba justo
al lado…
-Genial-
dije
No
hay mas sitio para aparcar, él sabía que yo siempre aparco en el mismo sitio. Lo
ha hecho a propósito, yo lo sé. Me está volviendo loca.
Aparqué
y miré al asiento del conductor de su coche, por suerte él no estaba allí. ¡Qué
alivio! Pensé para mis adentros. Así abrí la puerta y me bajé, llevando mi
mochila conmigo. Cerré el coche lentamente, asegurándome de no dejarlo abierto.
En verdad, si soy sincera, lo hice lentamente para no encontrarme a Jorge antes
de las clases.
Miré
mi reloj, para asegurarme de que llegaba justo a tiempo a clase, sin llegar
unos minutos antes para evitar conversación alguna. Justo sonó el timbre cuando entré por la
puerta de la clase y seguido de mi entró el profesor. Menos mal, sentí un
alivio muy grande. Localicé mi asiento y vi a Jorge mirándome. Antes de que él
me viera, tenía un rostro preocupado, pero se le pasó cuando me vió. Al verme
sonrío.
-Tranquila-
respiré y me acerqué a mi mesa.
No
pude evitar sonreír ante aquella felicidad en su cara.
-Hey
Leah-
-Qué
hay Jorge-lo dije intentando mostrar algo de entusiamo y seguridad. Alguien me
dice, ¿por qué se me va a salir el corazón?
-Se
te hizo un poco tarde hoy- la verdad es que solo intentaba evitarte
-Si,
me he despistado de la hora- reímos los dos.
Empezaron
las clases, el profesor comenzó a explicar, pero hoy no pude concentrarme para
nada. Solo pensaba en Jorge y mis reacciones cuando estoy con él. ¿Por qué
quiero evitarle? Es un chico muy majo ¿Por qué no dejo de pensar en él? No es
que sea pesado ni nada, pero es una tontería, es igual que los demás. ¿Por qué
sonrío cuando el sonríe? Tengo que admitir que tiene una sonrisa preciosa, como
sus ojos, su forma de reír, él… ¡LEAH BASTA! Pero qué narices estoy diciendo.
-¡Leah!-
levanté el rostro. Me asusté.- ¿Qué te pasa? Te veo despistada.
-Perdona
Sr. Stan-
-Que
no vuelva a pasar- moví la cabeza en forma de afirmación.
Todos
me miraban, cómo no. Pero yo solo me fijé en Jorge, que me dio una palmadita en
el hombro para que me tranquilizara. Al tocarme, casi se me sale el corazón. Ya
entendí lo que pasaba.
Jorge
me gustaba.
EL AMOR querida Leah!! Eso es lo que pasa jajajajajaj Y mirar que atravesar la puerta justo cuando sonó el timbre, eso si que es clase, sí señor jajajaja Pues nani que quieres que te diga???? Fantástico como siempre y a ver si en el próximo día ya la mujer esta admite que le gusta Jorge jajajajaj
ResponderEliminarTe quiero mucho naaaaaniiiiiii
Jajajajaj si nani, Leah es mu pesada. Es que lo tenía todo controlado ehh. Jajajajjaja si nani, a ver sii lo dice ya pesada esta.
EliminarYo maaaaaaaaaaaaaaaaas nani jejej
Muy bueno Nani, esperando mas jijii.
ResponderEliminarBesitos
Lo publicaré pronto, besitos
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