Nunca sabes que lo que es, hasta que no lo sientes de verdad muy dentro de ti. Sientes que la vida se te cae encima. Es algo que nunca le haría sentir a nadie. Te quita las ganas de seguir intentando ganar y de sentir la victoria.
Pero nunca sabes que puedes lograrlo hasta que no lo pruebes. Aunque sea a la segunda, a la tercera, a la cuarta, a la décima vez que lo intentes. Lo importante, es que nunca te rindas por no haberlo conseguido.
Es la palabra más dolorosa que puede existir en el mundo.
Pero, ¿como sabes que no puedes lograr lo que te propones, si no lo intentas? ¿Como piensas ganar, si no te esfuerzas para lograrlo?
Como puedes pensar que ganar solo es darlo todo desde el principio y aguantar la fuerza, por muy largo que sea el recorrido. Como puedes pensar que solamente tienes que tirarte a lograrlo, si ni siquiera confias en ti mismo.
No puedes lograr desafiar a la derrota, si primero no has pensado en poder lograrlo. No puedes llegar a lograr el vacio de la derrota, si ni si quiera de has esforzado para conseguirlo.
Pero lo peor de todo es que te hallas esforzado para conseguirlo y depues cuando estas apunto de conseguirlo te derrumbes a media fuerza. O cuando solamente te quede un aliento de esfuerzo para conseguirlo y no lo logres.
Sobretodo que haya gente que ya se dan por vencido, si aun intentarlo.
La derrota es un vacío al que todo el mundo teme, pero yo no.
Se ha acabado, me he cansado de tenerle miedo y no pienso volver a temer a ese vacío. Me meteré dentro y gritaré tan fuerte que ese vacio se llegara a romper. Pienso romper todos esos limites que rodean por mi cuerpo y hacer de ellos, como si nunca hubieran existido. Nunca más, volveré a pensar en la derrota como optativa, jamás. Sí, puede que alguna vez la derrota me rocé, pero cuando lo haga pienso ir aun más rapido de lo que voy, para que nunca más me vuelva a tocar.
La derrota solo es un producto de nuestra imaginación.
